Estás haciendo la dieta perfecta, pero un día te la saltas porque no podías resistirte a un trozo de tarta del cumpleaños de una amiga. Después seguro que te sientes mal contigo misma, pensando que ya has estropeado la dieta. Y este pensamiento es muy peligroso, porque te puede llevar a saltártela lo que queda de día, de semana, de mes… Y esto último sí que engorda. ¿Cómo evitar este desánimo? Sigue leyendo para averiguarlo.
Piensa que saltarse la dieta de vez en cuando es normal. Pero esa pequeña transgresión NO te engordará si continuas haciendo bien la dieta el resto del día. Sobre todo:
No te agobies ni te sientas culpable. Hazlo bien el resto del día, mira hacia delante, pensando que continuarás haciéndolo correcto. Intenta que no te vuelva a pasar. Estás mejorando tus malos hábitos, aunque alguna vez cometas errores. Y sólo tienes que intentar hacerlo cada día mejor para poder alcanzar tu objetivo.