Si no se trata, el TOC puede afectar de forma radical las vidas de las personas, cargándoles con pensamientos e imágenes invasivas (obsesiones) y comportamientos inadaptados y repetitivos que consumen mucho tiempo (compulsiones).
La buena noticia es que el TOC responde muy bien a la terapia psicológica cognitivo conductual. De hecho, los estudios de neuroimagen han demostrado que la terapia cognitivo conductual cambia la actividad cerebral en las personas con TOC de la misma manera que las medicinas, y a diferencia de éstas es más efectiva, no tiene efectos secundarios y tiene un índice mucho menor de recaída.
El tratamiento se realiza en base a técnicas exposición y prevención de respuesta (o ritual). En manos profesionales tiene un 80% de efectividad (si la persona está motivada al cambio), mientras que la mejoría con el tratamiento médico es de sólo el 50% y con un alto índice de recaída.
En esencia, los comportamientos de TOC son esfuerzos de la persona para incrementar o mantener la sensación de seguridad cuando se sienten amenazadas o en riesgo. Pero, irónicamente, las acciones de búsqueda de seguridad solamente llevan a que empeore la ansiedad debido a que cuando realiza la conducta no ocurre lo que teme (algo, por otro lado, bastante probable que no ocurra aunque no hiciese el ritual).
Los comportamientos típicos de búsqueda de seguridad del Toc son:
- Evitación: enfocado a no enfrentarse a cualquier evento o situación que le provoque ansiedad.
- Escape: Hacer el ritual en un esfuerzo por neutralizar la amenaza. Estos comportamientos pueden ser observables, como lavarse, revisar, limpiar, acomodar, repetir o moverse de cierta manera. O pueden ser encubiertos o privados, como pensamientos o cambiar ciertas imágenes por otras menos amenazadores.
- Búsqueda de Seguridad: Consultar repetidamente a otros en un esfuerzo por lograr que los demás le brinden tranquilidad al confirmar que no pasa nada malo y que todo está bien. En algunos casos, esto puede involucrar buscar garantías a partir de búsquedas en internet y redes sociales, llamadas a hospitales o a la policía.
Estos comportamientos fortalecen paradójicamente la ansiedad y llevan a las personas a sentirse todavía más preocupadas e inseguras.
La terapia de exposición con evitación de respuesta involucra a quienes padecen TOC y, a veces sus seres queridos, en un aprendizaje de cómo no alimentar las obsesiones del TOC.
En cuanto a lo que pueden hacer los familiares, la mejor manera de ayudar a un ser querido es con amor y firmeza, que requiere no ayudar en ninguno de los comportamientos desadaptativos del TOC.
A algunas personas les va bien con un enfoque gradual; que usualmente involucra ascender lentamente en una jerarquía de situaciones causantes de ansiedad, como subir una escalera paso a paso. A otras les va mucho mejor con una terapia más inmersiva que los confronte con los desafíos detonantes de ansiedad desde el principio.
No es fácil, pero si la persona con TOC deja de evitar los detonantes de ansiedad, se niega a escapar de la ansiedad irracional neutralizándola con un ritual y se resiste al impulso de buscar seguridad, le quitará el combustible al TOC. Y al quedarse sin gasolina, el TOC se detendrá también.
A continuación, te paso algunos “consejitos” que espero que te sirvan de ayuda para superar tu ansiedad, y disfrutar de una vida más saludable:
- Haz deporte
- Realiza ejercicios de relajación/meditación como el yoga o como dar un paseo
- Lleva una buena alimentación
- Hábitos de sueño saludables
- Distráete
- Escucha música
- No te aísles, sal a la calle y haz cosas
- Habla con amigos. Socializa con otras personas
- Realiza actividades que te gusten
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